El tablero deportivo del uso de Internet

¿Quién es el líder de Internet? En realidad, los campeones en Internet juegan diferentes deportes en distintas ligas. Las estadísticas sociales trituran el criterio de las audiencias.

¿Minuto y resultado?  Mejor segundo y resultado. Cada segundo conocemos el indicador principal de uso de los productos líderes de la Red a través de este gráfico interactivo http://goo.gl/Y779NE 

Ocurre que los campeones de Internet juegan cada uno en su deporte y su liga. Las ventas de Amazon, los minutos de Skype, los tuits de Twitter, etc. definen la naturaleza, lo que diferencia entre sí a estas empresas a través de dos o tres indicadores principales.

El usuario cambia, prefiere lo próximo a lo multitudinario. La intimidad de la comunicación que permite Whatsapp (una aplicación de Internet no enredada en la World Wide Web) hace que supere de largo a Facebook y Twitter en la comunicación personal. La sobreexposición frena cada vez más a los usuarios particulares.

El usuario tritura el criterio de la audiencia, las personas que reciben un mensaje o ven un programa de televisión. En los medios interactivos cuenta el uso efectivo, la actividad ligada al propósito del medio. Las compras del cliente prevalecen sobre el número de cuentas o visitas a Amazon. La búsqueda de profesionales avalados de Linkedin frente al número de quienes sólo se muestran ante la multitud. 

A diferencia de la prensa o la televisión, los medios no se comparan entre los grandes de Internet. El timón es gobernado por la tendencia de ascensos y caídas de resultados. Miden su propio éxito con su grupo de semejantes. El número de app descargadas de Apple desplaza a las de Google Play. Los ingresos y beneficios de Google Search desplazan a los de Yahoo Search. Los perdedores, a menudo, no aparecen en este tablero. No hay primeros ni segundos entre estos campeones globales. Como en el fútbol, baloncesto o tenis, cada uno lucha por objetivos diferentes en su particular liga contra muchos otros.

Los tiempos cambian hacia la calidad y los resultados afectivos, efectivos o en efectivo.